Lo peor del mundo es cuando el tiempo hace lo suyo, pero es peor cuando el tiempo va y te saca la chucha cuando eres niño/a.
Yo tuve una amiga cuando niña, la Romina. Fuimos compañeras de curso en el colegio, no recuerdo cuándo nos conocimos, ni cuándo nos hicimos amigas ni cómo, pero recuerdo que vivía cerca de mi casa y era casi vecina de mi madrina, recuerdo que vivía al lado de una carnicería, que tenía un hermano chico con el que siempre peleaba, que su mamá se sacaba la cresta trabajando y de su papá, ni yo ni ella sabíamos. Con la Romina jugabamos harto a las muñecas, y les hacíamos casas, después coleccionamos esquelas juntas y también nos pintamos unas mechas azules con una tintura que mi mamá me compró.
Un día llegó su mamá a mi casa, le ofreció un mueble a mi mamá y mi mamá se lo compró, es un mueble bien lindo y grande, ahora lo usa mi abuela para guardar sus telas. Después del mueble todo se puso feo: la Romina se iba al sur con toda su familia, me acuerdo que estábamos tristes, tenía una pena gigante y eso que a mis 10 años no tenía idea de dónde quedaba "Cochrane", cómo para ubicar la ciudad en el mapa, aunque quizá si lo hubiese sabido sería peor, porque queda tan lejos...
Al otro año recibí una carta de ella, me contaba que todavía no se acostumbraba al frío, que echaba de menos el colegio y Santiago, que allá la gente era buena onda y que eran más educados, pero que se aburría harto por la lluvia y el viento y la nieve.
Yo todavía me acuerdo de la Romina y su pelo castaño oscuro y sus ojos verdes y era tan pálida, siempre se quedaba dormida en clases y se sacaba puros rojos. Yo le escribí varias cartas para responderle la suya, pero no mandé ninguna... lo peor del mundo es cuando el tiempo hace lo suyo, pero es peor cuando el tiempo hace lo suyo y uno mira al tiempo como desordena todo y uno se queda parado o sentado sin hacer nada.