A veces me gusta tener pesadillas, de esas en las que te despiertas casi de un salto, con el pecho apretado, los ojos llorosos, sin saber dónde estás, de esas que cuando te despiertas sabes que es una pesadilla, pero te queda la sensación de que algo de eso pasará, que no puede ser todo tan bueno y que sea una pesadilla nada más.
La última pesadilla que tuve, la tuve la noche recién pasada, me perseguía un tío que murió hace un tiempo, me perseguía con una escopeta para matarme. Pero esa no fue la más fea, no sé cuál habrá sido la pesadilla más fea que he tenido, pero la que más recuerdo hasta ahora es la que soñé la noche antepasada (sí, estas dos últimas noches he tenido pesadillas), esta si fue extraña, no tanto por la pesadilla, sino por la sensación que vino después. Él me patiaba horriblemente: "Disculpa, pero me comí a una mina en un carrete al que fui ayer... me voy a quedar con ella, es modelo, mira, sale en esta revista...". Yo lloraba como he llorado pocas veces en la vida real y no sólo porque él terminaba conmigo, sino porque lo hacía de forma maricona, él arrancaba mucho antes de patiarme, incluso se cambiaba de casa sin avisarme y yo debía buscarlo por cielo, mar y tierra y más encima, cuando logré encontrarlo me patiaba. Yo creo que nunca había tenido los ojos secos de tanto llorar en un sueño, ni esa sensación de angustia en el pecho y la garganta, las manos tan apretadas, ni la cabeza me había bombeado tanto.
Lo verdaderamente horrible fue que cuando desperté sentí que no había sido un sueño, sino un recuerdo, uno como sacado de Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos, como si hubiese descubierto un secreto, algo que ya había pasado y sólo yo no podía recordarlo.
Desperté. 07.47 de la mañana. Me puse a llorar, un poco, no quería llorar. Me froté el pecho y decidí darme vuelta, seguía un poco dormida, lo suficiente como para no darme cuenta de que él dormía a mi lado. Por eso me gusta tener pesadillas, porque no hay peor sensación que despertar agitado y con miedo, pero también no hay mejor sensación que despertarse de una pesadilla (agitado y con miedo) y que te abracen, te sequen un poco las lágrimas y encontrarse con que está todo bien después del segundo beso de despedida de la noche.
2 comentarios:
Lo mejor de todo, es que al despertar me abrazaste fuerte, con un beso irreductible que fue tu mejor buenos días.
No sueñes más cosas feas loca, si yo te amo =)
(L)!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
yo soy tan dulce que tengo puros sueños dulces y como coyak y la gente me quiere y me visto con cosas de guinda y monos japoneses que nadie cacha, soy un bombóm
wuajkakakjssjajajja
chao.
xd
Publicar un comentario